Cuando inicie mi labor como docente, fue al cambiarme mi residencia con mi familia del D.F. al Estado de México, había un Conalep muy cerca de mi casa, y llamo la atención en empezar a incursionar en otro giro que más de alguna vez me había interesado, pero que no me había dado la oportunidad de experimentar.
Tome un curso de preparación para docentes, el cual me costo mucho encontrar, por que no había un curso de ese tipo, después de varios semanas, por fin logre encontrar algo, y me di a la tarea de iniciar mi preparación, quería llegar con algo de experiencia en el manejo de grupos y la organización de una planeación de clase, quería sentirme segura.
José Esteve hace referencia a una serie de problemas que se nos presentan en nuestro primeros años de “novatos”, y vamos experimentando entre error tras error el lo menciona como ensayo y error, lo primero que tenemos que cambiar es nuestra mentalidad y bajarnos del limbo “ profesionistas e investigadores, manejando un lenguaje muy técnico, con el cual no sabemos como expresar las ideas cotidianas y sencillas a los alumnos para que comprendan lo que queremos transmitirles.
Como dice el autor nos cuesta trabajo construir una identidad profesional estable, la cual consiste en comprender que el elemento del profesor es estar al servicio del aprendizaje de los alumnos, y muchas veces pensamos lo contrario, creemos que el alumno es el que se debe interesar en aprender e interesarse en la catedra que nosotros le damos, que equivocados estamos pues, debemos de buscar las herramientas y los métodos para que el alumno se interesa en los temas que tenemos que impartir u orientar para su comprensión.
Y por si fuera poco, muchas veces no buscamos ayuda, nos da pena, creemos que es normal que a todos nos pasa y que vamos ir aprendiendo sobre la práctica, y es ahí donde cometemos grandes errores : autoritarismo o lo contrario falta de autoridad, alto indice de reprobación, exceso de confianza entre profesor _ alumno, etc.
Debemos encausar nuestra labor a un objetivo principal en que somos formadores de las nuevas generaciones y como dice el José Esteve, lo único importante es ser maestro de humanidad.
El buen maestro ama su trabajo y guía a sus alumnos a que encuentren su proyecto de vida.
sábado, 10 de octubre de 2009
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